Esta
entrada se la debo al huracán maría. Antes de que la señal colapsara a nivel
isla subir entradas era realmente nada, pulsar un botón y listo. Cuando hay
internet todo es simple. ¿Pero ahora? Es un desafío conseguir internet y que
sea fuerte para poder estar aquí para ustedes de todas las formas que nos ha
gustado siempre estar. Pero por ese desafío hoy me desahogo con ustedes
respecto a lo decepcionada que estoy de la comunidad lectora.
Durante
el huracán y el montón de semanas que le siguieron yo no hice más que releer y
preparar las reseñas de mi saga favorita para cuando tuviera buena internet
entrar y subir todo y compartir con ustedes de los libros que más amo. Y por si
no saben, seguro que no lo saben, la saga de la que hablo es: Canción de Hielo
y Fuego. ¿No saben cuál es? Pues vayan al maldito Google. El punto es que,
cuando lograba tener internet, siempre jodidamente lento, pasaba horas montando
cada entrada (con fotos), porque era lo que quería. Quería hablar de libros.
Quería sacar el hype. Quería compartir mi amor por mis libros favoritos. Yo
quería llegar a ustedes. Pero no pasó. ¿Por qué? Porque la saga que me gusta no
es lo suficientemente conocida por los casi seiscientos seguidores que tenemos.
Porque no es una saga juvenil. Porque a pesar de que ha vendido mucho y tiene
premios no está quemada en Blogger ni en YouTube. Porque no es solo un producto
comercial. Porque es una saga de cinco libros (por el momento) y es jodidamente
extensa. Que reseñara mi saga favorita e hiciera un tag sobre ella y que nadie
lo valorizara no fue por mi desempeño, es porque me gustan unos libros que en
este círculo no son valorizados.